En general las
irritaciones de la mucosa bucal provocadas por prótesis removibles de acrílico
o metálicas tienen un buen pronóstico, si se elimina el factor causante.
Existen lesiones que, bien por no recibir tratamiento o por ser diagnosticadas
incorrectamente, pueden degenerar en procesos neoplásicos. El uso de prótesis
como causante a veces de provocar un proceso ulceroso, al ser un elemento más o
menos rígido, se apoya sobre la mucosa bucal, suele ser inductora de la
reacción de los tejidos que van desde ulceraciones benignas hasta las más
graves neoformaciones proliferativas, si encuentran terreno favorable.
Los factores
predisponentes van desde factores hereditarios, poluciones atmosféricas,
elementos radioactivos, partículas sólidas, gases, radiaciones actínicas,
ionizantes, productos de combustión de materiales, los traumatismos mecánicos a
través de dientes fracturados, bordes cortantes a través de diastemas, dientes
mal posicionados, cúspides agudas, disturbios de la oclusión, parafunciones,
que pueden injuriar constantemente aunque con baja intensidad. El «uso de
prótesis» puede ser un factor lesivo. El abuso del tabaco y alcohol provoca un
sinergismo, determinando altísima posibilidad del desarrollo de un cáncer en la
mucosa bucal. El microtrauma continúo y
repetido de las prótesis bucales sobre la mucosa que las soportan pueden
originar lesiones crónicas ulcerosas y/o lesiones blancas. Este traumatismo
crónico sobre la mucosa se considera un factor externo local predisponente al
cáncer bucal. Para minimizar el trauma protésico, las prótesis bucales deben
construirse correctamente y, lo que es más difícil, mantenerse correctamente a
través del tiempo bien adaptadas, consiguiendo un buen ajuste, una oclusión
estable y controlando los hábitos parafuncionales. Lo más importante es la
prevención primaria orientada a los factores de riesgo, el diagnóstico precoz
de la lesión cancerosa y remitir al paciente a un centro oncológico.
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